Deyvi's Weblog

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Ha pasado ya mas casi un mes, en Enero del 2005 se produjo quizá uno de los hechos que ha marcado de manera tan honda en mi vida personal; el 12 de este mes se marchó el mejor de mis amigos, se me adelanto, tomó la delantera y está ahora con su Señor, a quien tanto amó y trató de agradar.

Amador significa aún para mí, aquel hermano no solo Espiritual, sino aquel hermano mayor que anhele tener a mi lado, cierto es que tengo un hermano mayor, pero con el que poco o casi nada he compartido; al contrario Amancio se convirtió desde que lo conocí en alguien de plena confianza para mi; poseía aquel don tan envidiable de empatar con facilidad con absolutamente todas las personas, podía hacer reír hasta al mas amargado, bastaba con mirar su rostro y podía arrancarte una sonrisa. Para una persona que ha perdido a su mejor amigo es duro recordar los momentos que pasaste a su lado, aún parece como si fuese ayer el día en que lo conocí en Betel, donde fue el alma de aquel campamento; desde aquella oportunidad se le notaba el deseo que tenia por complacer a su Señor y a los demás.

Luego de tantos días de entablar conversaciones de cosas interesantes y algunas veces tonterías, nuestra amistad se fue solidificando tanto así que en mi casa ya se convertía en uno más de la familia.




La chispa que mostraba llego incluso a tocar a mi papá, a quien le afectó tanto lo de su partida. Pasamos tantas noches aquí frente al computador haciendo y planeando tantas cosas para La Mar, haciendo e imaginándonos cosas, pensando en nuestro futuro, y como sería el mañana si el Señor aún no volviese por nosotros; como decía Don Jorge Wong, todas las cosas que el hacia trataba de hacerlas de la mejor manera, es algo que siempre me quedará como gran enseñanza.
Las anécdotas y cosas chistosas que nos pasaron fueron tantas, como la vez que nos robaron las bicicletas a Yeral, a él y a mí; o la vez que estuvimos en Lima casi por una semana y nos fuimos a conocer tantos sitios, o la vez cuando llegue de la Sierra de trabajar y después de visitar a Cecilia, lo visité a él; o aquella vez cuando nos dimos una bicicleteada por toda la Tinguiña, o las veces que venia a mi casa y se ponía mi ropa sin permiso; o aquella vez que estuvimos en el techo de mi casa a las 3.30 de la Madrugada arreglando mi antena del TV tan solo para ver la Final del Mundial y llegó mi papá de viaje y no nos dejó ver el partido; vaya amigo, cuantas cosas pasamos, cuantas cosas nos dijimos, cuantas veces nos asamos, y cuantas me aconsejaste, solo él podía darte un consejo y decirte algún error en el que andabas pero al final tu terminabas riéndote, pero prestándole atención a su exhortación.

No sé si él me habrá considerado su mejor amigo, si aún así no lo fuere, no importa por que yo sentí su verdadera amistad, encontré unos brazos y palabras de hermano y verdadero amigo en él.

Fue muy duro escuchar que él había sufrido ese accidente, pensé que no podía ser cierto, llegue a pensar incluso que se trataba de una injusticia, pero después de estar con mis hermanos, y sentir el consuelo de parte de todos hacia todos, y ver la paz que tenia su mamá, me sentí mejor, mas tranquilo y pude entender que la Soberanía es eso Soberanía y que una simple criatura no esta en la capacidad de cuestionar los designios de su Señor.

Cierto es que ahora, mi mejor amigo no está a mi lado, aun sigo sentado en el computador esperando que el entre aquí a mi cuarto y me grite con su voz graciosa “Cachito”, y yo contestarle “Hermono!!!”… así me tilden de sentimentalista o Cristiano inmaduro no puedo dejar de afirmar que duele mucho su partida, sé que él ahora disfruta de nuestro Salvador, pero Amancio aquí dejaste a todos tus amigos muy tristes, y como decía Milagros … “Tu tuviste la culpa por robarte nuestro cariño de esa forma, y mira ahora como nos dejas” Ojalá volvieses un solo momento para darte ese abrazo de despedida que nunca pudimos darnos…


Recuerdo claramente aquella oportunidad de uno de sus cumpleaños, en el que no tenia nada para poder regalarle, y mi mamá estaba tejiendo una chalina para mi, se pasó tantos días tejiéndola, y cuando la terminó le pregunté si podía regalársela a Amador, y me dijo que si, se la regale y yo quería además darle algo que reflejase la estimación y el cariño que le tenia, así que decide sentarme en el computador y escribirle algo a él, le escribí esto y se lo entregué, él leyó. me miró, y me dijo “gracias hermano”; nuestra amistad era más que saludos y conversaciones triviales.

Solo me queda agradecer nuevamente a mi Dios por haber puesto a tan maravilloso hermano en nuestras vidas, quien influencio tanto en nosotros. Nunca te olvidaré mi hermano!!!

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